Un pueblo con olor a fragua, sabor a pan de horno y recia piedra. Un pueblo de alma impenetrable, laderas imposibles y trigo aventado. Un pueblo… entre dos mundos.
Os recuerdo que el link de la ruta está en la parte inferior. La ruta desde Patones de Abajo es muy dura, si queréis ver el pueblo tenéis la opción de subir con coche hasta el aparcamiento de Patones de Arriba.
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